Como en cualquier tratamiento con bracketts, el tratamiento se lleva a cabo utilizando unos Bracketts, que se pegan al diente y van conectados entre si por un alambre llamado arco; el movimiento dentario se consigue por la fuerza ejercida por el arco sobre el diente. Son los bracketts los que transmiten la fuerza del arco al diente.
La diferencia entre los bracketts convencionales y los de autoligado está en la forma de sujetar el arco.
En los tratamientos convencionales el alambre queda sujeto al brackett por una ligadura elástica quedando el alambre a presión dentro del cajetín del brackett. Los bracketts autoligables, se abren y cierran para albergar el arco permitiendo que el alambre quede holgado y deslice suavemente dentro de la ranura o cajetín del brackett.
El diseño de los bracketts autoligables tiene gran importancia en el movimiento dentario, ya que para un movimiento dental rápido y cómodo, es fundamental que la fricción que se establece entre los arcos alámbricos y los bracketts sea la mínima posible; las ligaduras elásticas que se necesitan en los bracketts convencionales aumentan dicha fricción.